En un acto solemne, encabezado por el rector de la UNAM y por Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Príncipe de Asturias, ayer se colocó una placa en conmemoración del reconocimiento otorgado a la máxima casa de estudios.
Jue, 24/03/2011
El acto fue encabezado por el rector de la máxima casa de estudios, José Narro, y Teresa Sanjurjo González, directora de la fundación, a dos años del Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades que recibió la universidad en octubre de 2009.
En la placa, que fue colocada en la zona de las islas de Ciudad Universitaria, se inscribieron algunas de las palabras del Acta del Jurado del 10 de junio de 2009, que destacan a la UNAM como “el modelo académico y formativo para muchas generaciones de estudiantes… ha nutrido el ámbito iberoamericano de valiosísimos intelectuales y científicos… acogió la generosidad de ilustres personalidades del exilio español… ha impulsado poderosas corrientes del pensamiento”.
El distintivo, flanqueado por los escudos de la máxima casa de estudios y la Fundación Príncipe de Asturias, incluye frases del discurso que el príncipe Asturias, Felipe de Borbón, dictó en la ceremonia del 23 de octubre de 2009, en el teatro Campoamor de Oviedo, donde calificó a la UNAM como “el alma de México”, además de que reconoció su “pasión por el conocimiento”. Asimismo, se suscribió el grato recuerdo que tiene España por la “enorme generosidad que tuvo la universidad con los exiliados del gobierno de Francisco Franco”.
En su discurso ceremonial, José Narro, rector de la institución, sostuvo que la cultura tiene que ser el gran instrumento para contribuir al progreso real y verdadero de los seres humanos; “tiene que ser el vehículo de comunicación entre países, sociedades y entidades de esas sociedades”.
Agregó que la Universidad Nacional mantiene el compromiso con la defensa de valores como la libertad de cátedra, investigación, pensamiento y respeto al derecho de los demás. “Esta casa de estudios está comprometida con los problemas de la nación, de Latinoamérica y de la región iberoamericana”, dijo.
Asimismo, refrendó el compromiso de la UNAM con la educación superior, con el conocimiento, con el saber como fórmula liberadora y como mecanismo de superación de individuos y colectividades.
Narro, dijo, que la máxima casa de estudios está ligada con España, Asturias y la Fundación en asuntos de interés común, lo cuales deben servir para dar inicio a un proceso de colaboración que se fortalezca cada vez más.
También, Sanjurjo evocó cómo México, y en particular la UNAM, acogieron a decenas de exiliados españoles durante los años de la dictadura militar de Franco, y también en los posteriores años donde hubo problemas económicos.
“Estos vínculos que México, España y Asturias han tenido siguen aquí, hoy un poquito más fuertes y trabajaremos para que se consoliden en el futuro”, aseveró.
Con este galardón, indicó, se busca que “nos devuelvan la autoestima a todos, porque hay tantas personas e instituciones que trabajan para el conjunto de la humanidad, y que merece la pena aplaudir, premiar y seguir”.
Israel Navarro
