lunes, 16 de mayo de 2011

Indicador político

TRIBUNA
Domingo, 15 de Mayo de 2011
 
¡Politización de la inseguridad!

¡Y se extenderá hasta el 2012!

Carlos RAMIREZ

El tema de la seguridad pública se reactivó por la movilización organizada por el poeta Javier Sicilia, en protesta por el asesinato de su hijo a manos, presuntamente, de miembros del Cártel del Pacífico Sur que opera en el Estado de Morelos.
 
 El crimen del hijo de Sicilia y cinco jóvenes ocurrió por un pleito de cantina. Hasta el cierre de edición, la policía tiene arraigados a cuando menos dos miembros de esa banda criminal.La movilización promovida por Sicilia formó parte de una protesta social desde mediados del gobierno de Vicente Fox. Entonces fueron los secuestros; hoy son los muertos en la ofensiva del Gobierno Federal contra las bandas criminales que se han asentado profundamente en algunos municipios del país y sobre todo en estados de la República: Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Sinaloa.
 
En Morelos se desmanteló a la banda de los hermanos Beltrán Leyva, pero quedó el Cártel del Pacífico Sur. Por cierto, en 1998 fue defenestrado el gobernador priísta Jorge Carrillo Olea, con el grado de general, porque se descubrió que su procurador de Justicia, su jefe de la policía judicial estatal y su jefe del grupo antisecuestros controlaban a las bandas de plagiarios en la entidad.La marcha de Sicilia salió de la ciudad de Cuernavaca y terminó en el Zócalo de la Ciudad de México.
 
Fue una marcha de mucho sentimiento, de ira popular, de amalgama de grupos disímbolos —el EZLN, el EPR, el SME y los Atencos, por ejemplo— de marcado tinte antisistema y terminó con la petición de renuncia del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, como prueba de la buena voluntad del Presidente Calderón. Nada más. La capacidad de movilización de la sociedad ya no dio para más, a diferencia de los casos del empresario Alejandro Martí que construyó un observatorio crítico de la seguridad pública y de Isabel Miranda de Wallace que ascendió a una fundación de apoyo a la lucha contra los secuestros.
 
A excepción de Martí y de la señora Miranda de Wallace, todos los organismos derivados de problemas de seguridad se han reducido a la protesta y no a las propuestas. Asimismo, es de destacar el hecho de que la marcha de Sicilia se agotó en la protesta —con algunos “mueras” a funcionarios públicos, producto de la política de odio— contra el Gobierno pero no hubo, ni por equivocación, alguna petición a los cárteles de la droga para que disminuyan sus acciones violentas o de plano para que se entreguen a la justicia.
 
Ahí se percibió la limitación del movimiento social pues ignoró la realidad de la crisis de seguridad: el crecimiento de las bandas criminales en plazas municipales por la apatía de la sociedad, no sólo por la corrupción política y policiaca.Asimismo, la protesta de Sicilia enfatizó los casi 40 mil muertos al convertirlos en víctimas de la violencia, aunque el 95 por ciento de ellas son delincuentes que fueron abatidos por las autoridades en enfrentamientos a balazos o por ajustes de cuentas entre bandas por la disputa de los territorios para el trasiego, producción y consumo de drogas ilícitas.
 
Si se suman esos muertos a los 35 mil delincuentes detenidos, la ofensiva del Gobierno Federal contra la inseguridad ha sacado de circulación criminal a 75 mil delincuentes, cifra nada desdeñable que ilustra la realidad del problema: ¿de cuántas personas constan las bandas criminales?EFECTO DE LAS MARCHASEl problema de la protesta es su falta de racionalidad o de reflexión. Y se agota en el grito. El especialista en seguridad Ernesto López Portillo escribió en El Universal que las marchas pierden efecto si se quedan en la protesta y no llegan a las propuestas.
 
Por ello señaló la necesidad de crear la figura del auditor policial civil para supervisar el funcionamiento de las policías y contribuir a su perfeccionamiento; esta figura estaría formada por personas de la sociedad, sin militancia gubernamental y dispuestas a colaborar con las fuerzas de seguridad. Asimismo, ya es hora de que se proponga la figura de las organizaciones de observación gubernamental, con el mismo esquema de las organizaciones no gubernamentales que suelen operar como contrapeso en materia de derechos humanos y participación social.
 
Pero la protesta de Sicilia se agotó en la pena por el asesinato de su hijo y la ira contra el Gobierno, no buscando quién se la hizo sino quién se la tenía que pagar. Lo malo de su marcha fue que derivó en un aglutinamiento de organizaciones antisistema con sus propias agendas o con agendas más confusas, además de los oportunistas de siempre que basta con compartir sentimentalismo para satisfacer pasiones de corto plazo. Al final, Sicilia asumió la temática antisistema y no un catálogo de propuestas concretas.
 
Por ejemplo, denunció la ruptura del tejido social pero sus propuestas terminaron en gritos contra el Gobierno Federal y sus funcionarios.REVUELTA SILENCIOSALa marcha de Sicilia forma parte de lo que el politólogo César Cansino ha englobado en el concepto de “la revuelta silenciosa”, título de su libro en circulación. Se trata de la sociedad que se indigna pero que no canaliza propuestas ni presiona a las instancias de toma de decisiones. Por tanto, se trataría de un “diálogo de sordos”, de un caso típico de “teléfono descompuesto” o de una verdadera crisis de gobernabilidad.
 
En los dos primeros se trata de que cada quien tiene su queja pero sin canalizarla institucionalmente. La tercera es más seria: la ingobernabilidad se manifiesta cuando las demandas de la sociedad son mayores a las reformas institucionales por la clase gobernante.Nada hay seguro. Sicilia encareció su protesta con la petición de renuncia del secretario de Seguridad Pública probablemente con el entendimiento de que no se daría y con ello simplemente mantener la protesta contra el Presidente de la República, mientras las bandas del crimen organizado siguen actuando con impunidad porque ahora tienen la complicidad del silencio de las organizaciones sociales.
 
Por eso es que la marcha de Sicilia quedó en el limbo de las incomprensiones. Si eso quería él, logró su objetivo porque tendrá la bandera de una renuncia no otorgada, aunque al final se trataría de una bandera de la oposición y no de la sociedad. ATENCION POLITICA* La competencia por la candidatura presidencial del PRD ya arrancó con la propuesta de Marcelo Ebrard de dos debates y una encuesta. Pero mientras el jefe de Gobierno se sienta a esperar que el PRD se subordine a sus deseos, López Obrador sigue sus giras nacionales demostrando que los apoyos se ganan en la plaza. El tema central del PRD no es imposible de plantear: ¿le entregará el PRD la candidatura presidencial a un político formado y forjado por Carlos Salinas de Gortari?
 
Así de sencillo es el problema en el PRD.* En el PAN pudo haberse dado ya la primera baja en la lista de siete precandidatos presidenciales: Javier Lozano Alarcón, ex priísta y secretario del Trabajo y Previsión Social, no pudo manejar con sensibilidad el problema en una mina de Coahuila y desgastó su figura. Lozano quiso capitalizar la exposición mediática pero sin adelantarse a los resultados trágicos. Uno menos, dicen ya en el PAN.* La crisis de seguridad en Chihuahua revela la incomprensión de la clase política. Por segunda ocasión el alcalde de Ciudad Juárez, Héctor “El Teto” Murguía, tuvo un choque con la policía federal por la arbitrariedad en la circulación en la plaza con escoltas sin identificación.
 
Pero en lugar de darse a conocer con las fuerzas de seguridad, ha entrado en el choque mediático que han filmado medios de comunicación.En el incidente de la semana pasada el alcalde estalló con un “¡por eso la gente no los quiere!”, sin entender que la policía no llegó a la ciudad para un día de campo sino porque los delincuentes se habían apoderado de la plaza con la complicidad de las autoridades y policías municipales. Un dato, nada más: el secretario de Seguridad Pública de Murguía en su gestión anterior, Saulo López, está encarcelado en los Estados Unidos porque fue atrapado con 500 kilos de mariguana.* La derrota de Enrique Peña en su enfrentamiento con Manlio Fabio Beltrones debe medirse por la decisión del PRI de hacer un periodo extraordinario para desahogar la reforma política de Beltrones.
 
El tema central serán las candidaturas independientes; si se mantienen, habrá ganado de nueva cuenta Beltrones; si no, Peña se habrá impuesto aunque con la protesta social por el miedo a los ciudadanos.www.grupotransición.com\n Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla