domingo, 24 de julio de 2011

Los diez perritos


Esta semana dos secretarios de Estado dijeron que no seguirían adelante en sus aspiraciones presidenciales. El primero, el del Trabajo, Javier Lozano y el segundo, Heriberto Félix, de Sedesol.

Excelsior
Vianey Esquinca
Domingo, 24 de Julio de 2011
México D.F.


 La contienda interna del PAN para elegir candidato presidencial recuerda la canción de los diez perritos: “Yo tenía siete candidatitos, yo tenía siete candidatitos, a uno se lo llevó el SME y nada más me quedan seis.

De los seis que me quedaban, de los seis que me quedaban, uno decidió no dar el brinco y nada más me quedan cinco”.

Efectivamente, esta semana dos secretarios de Estado dijeron que no seguirían adelante en sus aspiraciones presidenciales.

El primero, el del Trabajo, Javier Lozano, hizo el anuncio en conferencia de prensa.

Lo primero que habría que reconocerle al panista es su optimismo, que realmente creyera que tenía posibilidad, y lo segundo, su valor de admitirlo públicamente. Ternurita.

El segundo que mediante una carta dijo que no iba fue el de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra.

Inmediatamente las preguntas no se hicieron esperar: Primero ¿Quién es Heriberto Félix? Y segundo ¿A poco estaba jugando?

Eso sólo deja vivos a cinco suspirantes, aunque en la realidad sólo quedan tres.

Los únicos que piensan que realmente Emilio González, gobernador de Jalisco, tiene posibilidades reales de seguir en la contienda es él y su otro yo, y éste último solamente cuando está bajo el influjo de alguna bebida espirituosa.

Por su parte, la coordinadora de Acción Nacional en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, puede tener la capacidad, la energía y la experiencia, pero está sola contra el mundo y es mujer y en el PAN eso suele ser un feo defecto.

Así pues: “de los cinco que quedaban, de los cinco que quedaban, uno quiso ser un beato, no me quedan más que cuatro. De los cuatro que quedaban, de los cuatro que quedaban, a una la echaron al tren, no me quedan más que tres”

Los tres que quedan son el senador con licencia, Santiago Creel Miranda; y otros dos secretarios, el de Hacienda, Ernesto Cordero y el de Educación, Alonso Lujambio.

Cualquier otro partido estaría llorando con su suerte, pero en el PAN eso no sucede, al contrario.

Gustavo Madero, Presidente de Acción Nacional, está comprometido con el entretenimiento y la diversión, por lo que ha garantizado que el proceso de selección será todo un reality show con expulsados y auto-expulsados.

Primero juntó a los suspirantes en una comida donde les leyó las reglas del juego: una vez que hayan aceptado entrar a la casa de la Aspiración, ninguno podrá tener contacto alguno con el mundo exterior. Regla que algunos ya han estado practicando como servidores públicos desde hace mucho tiempo.

Los participantes además deben ir por lo menos una vez a la semana al Confesionario, ubicado en Constituyentes esquina con Parque Lira, donde se encuentra el Big Jefe.

Si éste los nomina deberán abandonar la casa, al igual que si son nominados por la mayoría de sus compañeros o porque se dan cuenta que nunca tuvieron que estar ahí.

Habían incluido que también el público pudiera nominar, pero acordaron quitar esta regla porque se corría el riesgo que todos fueran expulsados en la primera ronda.

Cada uno de los suspirantes puede contar con artículos de primera necesidad como acarreados, paleros y partidarios.

No pueden utilizar recursos públicos como sus oficinas de comunicación social para realizar las estrategias, a menos claro, que nadie se dé cuenta.

Los integrantes del grupo deben desempeñar tareas como sacarse la foto durante todas sus apariciones públicas, aprovechar hasta el más simple evento para capitalizarlo a su favor, utilizar a figuras públicas para garantizar la cobertura mediática, pelearse con sus oponentes políticos de otros partidos y conseguir entrevistas con cualquier pretexto.

Pero eso no es todo, Madero ha dicho que aunque el 99.99 por ciento de posibilidades es que del PAN salga el candidato, tampoco están cerrados a tener uno externo.

Eso significa que hay un 0.1 por ciento de probabilidad que el candidato pueda ser ciudadano, lo cual ha puesto a toda la población loca de contento y hay enormes filas haciendo casting para ser ¡el nuevo integrante de la casa de la Aspiración panista!